Economista (1996) y Contador Público (1993) de la Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de la República, con especializaciones en Dirección de Empresas y Economía.
En Mayo de 2015 fue designado como Director de la empresa petrolera estatal ANCAP, formando parte luego de los Directorios de varias de sus subsidiarias.
Tiene más de veinte años de docencia en la Universidad de la República y universidades privadas así como una vasta trayectoria en el sistema financiero en bancos internacionales de reconocido prestigio en el país y en el exterior.
En 2012 fue designado Director Financiero del Banco Santander y miembro del Comité de Dirección del Banco. Previamente se desempeñó desde 2001 como Contador General y responsable de la información financiera de ABN AMRO Uruguay, donde como miembro y representante del Equipo Gerencial fue a su vez, miembro de la Comisión de Contadores de la Asociación de Bancos del Uruguay.
El 4 de marzo de 2020 fue designado Presidente del Directorio del Banco Central del Uruguay.
Sin embargo, no menos importante es el impacto que las medidas del banco tienen sobre las
Expectativas Futuras de Inflación de los agentes económicos, que son quienes a la postre participan efectivamente en el proceso de formación de los precios. De ahí que para que la política monetaria funcione eficientemente, el nivel de la TPM debe ser tal que señalice adecuadamente a los agentes económicos acerca de cuál es la
Instancia de Política Monetaria que asume el Banco Central. Por ejemplo, si el diagnóstico indica que en el futuro mediato e inmediato existe un riesgo elevado de que la inflación trepe por encima del rango meta, el nivel fijado de la TPM debe ser tal que sea consistente con una instancia de política monetaria contractiva y viceversa.