El pasado 27 de octubre, en el evento “Pensando lo que se viene” del ciclo de charlas del Centro Comercial e Industrial de Salto, el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Diego Labat, disertó junto al ex presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información, Leonardo Loureiro, y al presidente de la Confederación Empresarial del Uruguay, Juan Martínez.
Durante su conferencia, Labat destacó algunos logros alcanzados por el BCU en este período. El foco de su discurso estuvo en la innovación de las políticas trazadas por el Directorio, en la permanente coordinación entre instituciones de las esferas pública y privada del país.
Como marco de su exposición, Labat habló de la implementación de una regla fiscal que posibilita que este gobierno y los próximos tengan limitado el gasto, que la deuda sea sostenible y no crezca, y de esta manera no peligre su pago a las futuras generaciones, aspecto fundamental para la estabilidad económica del país.
Durante su participación en las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Washington en la segunda semana de octubre, Labat mencionó que pudo ver cómo desde otros organismos y regiones del mundo a Uruguay se lo ve como un país serio, con un sistema financiero sólido y que brinda confianza.
En tal sentido, ilustró con gráficos el lugar que ocupa el país en el ranking de varias calificadoras de prestigio, que lo colocan en la mejor posición de la región en materia de índices de estabilidad política y democracia, adhesión al estado de derecho, ausencia de desórdenes civiles, nivel de conflictividad, y percepción de la corrupción.
También el presidente del BCU, en esa presentación, dio cuentas sobre el desarrollo de la conducción institucional que tuvo que ser adaptada a la realidad cuando asumió su mandato en marzo de 2020. Desde el BCU se promovió que se prestara dinero cuando comenzó la pandemia, que la economía siguiera funcionado, más allá de las opiniones de preocupación de caer en el credit crunch, que es el corte del crédito y la cadena de pagos; pero eso, no sucedió.
“El trabajo de luces largas y luces cortas funcionó porque a pesar de que nosotros tuvimos la mano tendida, desde el primer día estábamos diciendo: vamos a implementar esta modalidad de política pero cuando la normalidad vuelva, vamos a apuntar a controlar la inflación, y además, llegar a niveles mucho más bajos que los que tenemos hoy”, subrayó Labat.
El jerarca mencionó las mejoras implementadas para fortalecer la comunicación de la política monetaria: cantidad y la calidad de la información incluida en el Informe de Política Monetaria (IPOM) en el que se ha procurado ser cada vez más transparente para que se pueda tener una visión bien amplia sobre cómo está la economía en Uruguay y el porqué de las decisiones que se toman. Asimismo, señaló que se duplicaron las reuniones del Comité de Política Monetaria (COPOM) de cuatro a ocho veces por año, hecho que permite mantener la sintonía fina necesaria y actuar cuando se requiera sin tener que esperar tres meses.
Desde el BCU, dijo Labat, no solo se piensa en la economía interna, sino que también se pone el foco en la región y el mundo, porque Uruguay es un país chico, que tiene que abrirse y pensar hacia afuera. Al inicio de la gestión del Banco Central, el país estaba atrasado en comparación a otros países de la región según indicadores del uso de algunos productos que acá no se habían implementado aún, pero en base a ello y a mucha investigación propia, se están realizando cambios para modernizar el sistema de pagos en Uruguay. Como ejemplo de ello, Labat enumeró la mejora en las transferencias inmediatas, en la aprobación de iniciativa de ley de digitalización de los cheques y los cambios con la implementación de la multiadquirencia, entre otras.
El presidente del BCU, destacó la creación en 2020 del programa de innovación financiera – NOVA BCU que busca, en un permanente diálogo con la industria, estudiar, investigar e ir cambiando lo necesario en el sistema financiero en temas como el onboarding digital la banca abierta y plataformas para préstamos entre personas y para proyectos de financiamiento colectivo, y la prevención de lavado de activos y financiamiento al terrorismo.
En relación con los activos virtuales, Labat dijo que a fines del año pasado se publicó un libro blanco con toda la postura del BCU respecto a los activos virtuales: “Siempre nuestra premisa y manera de actuar fue buscar dar señales al sector privado; anunciamos que enviaríamos una ley al parlamento, hicimos una hoja de ruta y seguimos trabajando, porque lo importante es la previsibilidad.”
Por último, Labat expresó que desde el BCU se trabaja de un modo abierto porque considera que debe ser una estrategia no solamente del Banco Central sino que tiene aspectos transversales que van en la misma línea con el ministerio de economía y con otros organismos del Estado, con el objetivo de ir generando bases e ir sumando esfuerzos a lo que se ha hecho en estos dos años, siempre tomando en cuenta lo que han construido gobiernos anteriores y generaciones anteriores.
“De esta forma estamos construyendo este Uruguay, paso a paso, sin creer que sabemos todo y que entonces nos va a ir bien en el exterior naturalmente. De esta manera trabajamos para seguir construyendo un país que en el futuro todos queramos vivir y sentirnos orgullosos de ello”, finalizó el presidente del BCU.