30 de diciembre de 2020

El nivel del Colchón de Capital Contracíclico se fijó en cero

La Superintendencia de Servicios Financieros (SSF) puso en práctica el 28 de diciembre de 2020 la normativa sobre el Colchón de Capital Contracíclico (CCC) aprobada el 11 de junio del corriente año (circular 2.350/2020). Más allá de que en esta oportunidad se dispuso que el capital adicional por este concepto sea nulo (valor del parámetro λ=0) a partir del 1° de enero de 2021 y para un horizonte esperable de un año, razón por la cual no se modificarán en ese horizonte los requerimientos de capital para las instituciones bancarias, vale la pena resaltar dos aspectos relevantes.

El primero de ellos y el más general, es que con esta disposición se completó una larga lista de modificaciones normativas tendientes a que el sistema bancario local alcance los más altos estándares internacionales en la materia dictados por el Comité de Basilea y a los que se comprometió a instrumentar esta Superintendencia en lo que se denominó la Hoja de Ruta a Basilea III.

El segundo aspecto más específico, es que con esta primera determinación del valor del CCC la Superintendencia da inicio a un proceso de largo aliento que implica una revisión semestral de las condiciones que a futuro determinarán eventualmente la necesidad de acumular un colchón de capital en épocas de bonanza. Este colchón de capital contracíclico (o CCC) podrá ser utilizado más adelante una vez que la economía y las instituciones deban enfrentar períodos de dificultades. Ello contribuye a preservar la solvencia del sistema y, por su intermedio, a la estabilidad del acceso al crédito a empresas y familias, sobre todo en tiempos difíciles en los que dicho acceso es más necesario que en tiempos de calma.

Asimismo, los incrementos de nivel del Colchón de Capital Contracíclico entrarán en vigencia al año de haber sido publicados, lo que unido a la publicación en todos los casos de un informe detallado elaborado con metodología conocida​ contribuyen a la transparencia de la función de regulación financiera así como a la conveniente previsibilidad de sus disposiciones.
22 de septiembre de 2021
Uruguay opta por fondo de inversión en bonos verdes para diversificar su cartera de activos de reserva
El Banco Central del Uruguay (BCU) definió que una parte de los activos de reserva del Estado uruguayo que administra se destinen a inversiones y proyectos sustentables.Estos activos se han comenzado a invertir en un fondo nominado en dólares americanos, administrado por el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés), que tiene como objetivo invertir en bonos aplicados para financiar o refinanciar proyectos amigables con el medio ambiente como producción de energía renovable, eficiencia energética y otros proyectos sustentables.Este fondo implica para la cartera del BCU beneficios de diversificación debido a que la misma presenta una menor correlación con otros activos elegibles, con un riesgo de tipo de interés intermedio y un riesgo crediticio global relativamente bajo. Esto se debe a que su objetivo de duración de 5 años limita el riesgo de tasa de interés, mientras que su calificación crediticia mínima de A- / A3, según Standard & Poor's y Moody's, limita el riesgo crediticio.La inversión en este fondo forma parte de las acciones orientadas a promover las finanzas sostenibles que lleva adelante el BCU anunciadas oportunamente​. En esta línea de acción, en diciembre de 2020 el Banco Central se convirtió en miembro de la red internacional de instituciones oficiales que promueven la responsabilidad ambiental en el sector financiero, Network for Greening the Financial System (NGFS).