Un modelo estocástico de equilibrio general para la economía uruguaya 19/08/2020 - Jorge Basal, Patricia Carballo, Fernanda Cuitiño, Serafín Frache, José Mourelle, Helena Rodríguez, Verónica Rodríguez, Leonardo Vicente
Área: DSGE, Modelos Macro JEL: E2 - Macroeconomía: Consumo, ahorro, producción, empleo e inversión, E3 - Precios, fluctuaciones y ciclos económicos

El DSGE es un modelo de equilibrio general, dinámico y estocástico, cuya derivación se obtiene a partir de fundamentos microeconómicos. En el documento de trabajo “Un modelo estocástico de equilibrio general para la economía uruguaya" nos proponemos desarrollar un modelo para una economía pequeña y abierta, incorporando mercados financieros internacionales incompletos. El modelo incorpora rigideces nominales (à la Calvo) en diversos bienes y servicios, e indexación de precios y salarios. Asimismo, incluye rigideces reales, como hábitos en el consumo y costos de ajuste en la inversión y estructuras de mercado no competitivas en algunos sectores. 

Desarrollo

El documento desarrolla y estima un modelo DSGE para Uruguay que sirve como una herramienta de análisis para el manejo de la política monetaria considerando aspectos clave de la economía uruguaya. Así, la estructura productiva y la formación de precios reflejan las principales categorías de análisis que utilizan los servicios del Banco Central del Uruguay (BCU) para monitorear la coyuntura y recomendar las medidas de política, al tiempo que se incluyen rigideces nominales en diversos bienes y servicios con el fin de capturar los mecanismos de transmisión y formación de precios que se observan en la economía uruguaya.    

Asimismo, reflejando la instrumentación de la política monetaria en Uruguay desde 2013, el modelo incorpora a los agregados monetarios como instrumento de política. De esta forma, además de la tradicional especificación con regla de Taylor, se propone el primer modelo DSGE desarrollado y estimado con una regla de política de manejo de agregados. 

El modelo incorpora la apertura utilizada para el diagnóstico, seguimiento y proyección de la inflación realizado en el BCU. Dentro de la inflación headline se identifica la inflación de bienes de exclusión (IPCX), en la cual se excluyen del índice general los elementos más volátiles y los rubros administrados de la canasta del IPC (frutas, verduras y administrados), de forma de obtener un indicador de inflación subyacente sobre el cual la política monetaria tendría más incidencia. A su vez, este indicador se desagrega en inflación de bienes no transables y transables de exclusión (NTX y TX, respectivamente), considerándose además la apertura de los bienes TX en bienes importados (F) y bienes dentro de la categoría Carnes y Lácteos (CL). Finalmente, se incorpora la inflación del resto del IPC (frutas, verduras y administrados, FVA), cuya dinámica no está directamente vinculada al equilibrio macroeconómico y a la política monetaria. 

El nivel de actividad de la economía se obtiene como la suma de los componentes de la demanda agregada, que están determinados por las decisiones microeconómicas de cada uno de los agentes involucrados: los hogares maximizan su utilidad, mientras que las empresas de los distintos sectores maximizan beneficios. Se considera un sector de producción local, que combina capital y trabajo para producir bienes domésticos, un sector de commodities que se exporta casi en su totalidad, que incluye a los sectores de celulosa, arroz, soja y trigo; y commodities que se exportan y se consumen localmente, que son carnes y lácteos. El resto del mundo produce los bienes importados. 

El modelo incluye una regla de política monetaria del tipo de McCallum, según la cual el crecimiento del agregado monetario M1' en relación a su crecimiento de estado estacionario responde a los desvíos de la tasa de inflación headline con respecto a la meta de inflación, la brecha de la tasa de crecimiento del PIB respecto a la senda de crecimiento balanceado y la brecha de la tasa de depreciación nominal respecto a su valor de estado estacionario. La regla incorpora también un componente que ajusta el crecimiento de M1' en función del cambio en la velocidad de circulación del dinero y un término de perturbación o sorpresa monetaria. La demanda de dinero se modeliza de forma reducida en la medida que el dinero no constituye uno de los argumentos de la función de utilidad. 

En general, los parámetros estimados en el modelo con regla de Taylor son similares a los obtenidos con regla de McCallum. Asimismo, ambas especificaciones muestran un ajuste razonable a los datos observados en términos de momentos. Al analizar la descomposición de la varianza de los errores de proyección se obtienen los resultados esperados: los shocks de oferta y demanda son relevantes para explicar la varianza del producto, al tiempo que los shocks externos y financieros (entre los cuales se encuentra el tipo de cambio) también tienen efectos significativos, lo cual es razonable por tratarse de una economía pequeña y abierta. A su vez, en el caso de la inflación, se destacan los shocks financieros y de oferta que presentan incidencias positivas durante los últimos años, al tiempo que los shocks externos también son relevantes, pasando de ser expansivos al inicio de la muestra a negativos al final de la misma, recogiendo los cambios en el contexto internacional.

El análisis de la descomposición histórica de las variables replica los principales hechos estilizados del período. En particular, se destaca el impacto expansivo de los shocks de tasa de interés internacional e inversión sobre la inflación, y de productividad e inversión sobre el producto. Finalmente, las func​iones de impulso-respuesta generadas por el modelo son bien comportadas y consistentes con la evidencia disponible.

Conclusiones

El modelo en sus dos versiones constituye una herramienta idónea para realizar diagnósticos del estado actual de la economía y análisis de escenarios, aportando elementos valiosos en el proceso de diseño de la política monetaria.


Documento de trabajo​​​

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Basal, J., Carballo, P., Cuitiño, F., Frache, S., Mourelle, J., Rodríguez, H, Rodríguez, V. & Vicente, L. (2016). Un modelo estocástico de equilibrio general para la economía uruguaya. Documento de trabajo, 002-2016. Banco Central del Uruguay.