Las economías enfrentan dos tipos de riesgos asociados al cambio climático: físicos y de transición. Los primeros se refieren a los costos económicos y las pérdidas financieras como consecuencia de un aumento de la severidad y frecuencia de eventos climáticos extremos, por el cambio gradual pero de largo plazo del clima, así como por efectos indirectos del cambio climático como la pérdida de servicios ecosistémicos. Por su parte,
los riesgos de transición están asociados al proceso de ajuste hacia una economía baja en emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), el que puede ser costoso para familias, empresas y sistema financiero.
El riesgo de crédito puede aumentar en la transición hacia una economía verde. Cambios en políticas públicas, en preferencias de los consumidores o dificultades en las empresas para adoptar nuevas tecnologías menos contaminantes (especialmente si la regulación se endurece) pueden afectar negativamente las ventas de las empresas y su situación financiera. Esto podría tener efectos en su calificación crediticia, afectando el costo y el acceso al crédito así como en la capacidad de estas empresas para repagar sus deudas.
En este trabajo se presentan dos enfoques para identificar los sectores más vulnerables a los riesgos de transición en Uruguay y se evalúa la exposición del sistema bancario a estos sectores en términos de su cartera de crédito, así como su importancia en términos macroeconómicos.
El primer enfoque consiste en clasificar a los sectores de actividad de acuerdo con indicadores de riesgo construidos con información de emisiones de GEI y producción. Para los sectores de actividad que fue posible (dada la desagregación de los datos) se calcularon dos indicadores: ratio de emisiones a producción y contribución del sector a las emisiones totales. Luego, se construyó un indicador de riesgo de transición tomando el promedio de los dos anteriores (previamente linearizados entre 0 y 1).
El segundo enfoque consiste en utilizar la clasificación Climate Policy Relevant Sectors (CPRS) introducida por Battiston et al. (2017)[1] y Battiston et al. (2022)[2]. Esta herramienta busca identificar los sectores de actividad que son más relevantes en términos de políticas climáticas (denominados CPRS-6). Los sectores relevantes se definen como las actividades económicas que podrían verse afectadas positiva o negativamente en una transición desordenada a una economía baja en emisiones.
Los resultados de ambos enfoques apuntan a una exposición relevante al riesgo de transición, tanto desde la perspectiva del sector bancario como a nivel macroeconómico. A partir del enfoque de emisiones fue posible clasificar el 40% del crédito bancario a empresas privadas residentes. De acuerdo con este enfoque, entre 30% y 35% del crédito a empresas entre 2016 y 2022 fue otorgado a empresas pertenecientes a sectores de riesgo medio o alto. Se destaca el crédito a los sectores ganadero vacuno y lechero, cultivos y transporte.
De acuerdo con el segundo enfoque, la exposición del sector bancario a las categorías CPRS-6 es sensiblemente mayor que en el enfoque de emisiones.
Concretamente, entre 2016 y 2022 entre un 60% y 65% del crédito a empresas fue otorgado a empresas pertenecientes a sectores CPRS-6. Se destaca el crédito a sectores agropecuarios y sectores con un uso intensivo de energía.
En términos de producto y exportaciones, los sectores de riesgo medio o alto identificados con el enfoque de emisiones representaron en los últimos años en torno a 13% de PIB y casi 70% de las ventas al exterior. Por su parte, las categorías CPRS-6 representaron en torno a 40% del PIB y casi la totalidad de los bienes exportados por Uruguay. En ambos enfoques se destaca la participación de las actividades vinculadas al sector primario. En particular, la industria cárnica tiene un peso relevante, representando casi un cuarto de las exportaciones totales.
Existen algunos elementos que atenúan estos resultados y que podrían llevar a considerarlos como “peor escenario", en particular cuando se considera que uno de los sectores con mayor riesgo de transición es la actividad ganadera. Dado que las emisiones de GEI de esta actividad forman parte de lo que se conoce como el ciclo biogeoquímico del carbono, el impacto ambiental de estas emisiones podría ser relativizado. Además, la actividad ganadera en Uruguay presenta características que la diferencian a nivel mundial, con un sistema que se basa en animales que viven al aire libre alimentándose de pastura natural y que sigue un sistema obligatorio de trazabilidad.
No obstante, esto no le quita importancia a la necesidad de continuar implementando mejoras tecnológicas que permitan reducir la intensidad en las emisiones del ganado. Esto es especialmente relevante cuando se toma en cuenta la importancia de esta actividad para Uruguay.
Notas
[1] Battiston, S., Mandel, A., Monasterolo, I., Schutze, F., and Visentin, G. (2017). A climate stress-test of the financial system. Nature Climate Change, 7(4):283–288.
[2] Battiston, S., Monasterolo, I., van Ruijven, B., and Krey, V. (2022). Mapping economic activities into climate scenarios and transition risk classes: the NACE-CPRS-IAM classification. Technical report, NGFS Technical Notes.
Resumen visual de los resultados
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Uruguay’s banking system exposure to transition risk |
Documento de trabajo
 | Barón, A. & Rodríguez, H. (2024). Uruguay’s banking system exposure to transition risk.
Documento de trabajo, 003-2024. Banco Central del Uruguay. |