Los Estándares Mínimos de Gestión constituyen un conjunto de prácticas de gestión que el supervisor espera encontrar en el desarrollo de su función de evaluación de las entidades supervisadas.
Estás prácticas están organizadas en forma consistente con la metodología de evaluación adoptada por la SSF y hacen énfasis principalmente en los roles y responsabilidades del Gobierno Corporativo de la entidad y la Gestión de Riesgos.