Atacar a la inflación a través de los canales de expectativas económicas y con una política monetaria agresiva son algunas de las conclusiones de una revisión histórica que presentó el experto internacional, Barry Eichengreen, durante la primera conferencia de las 30mas Jornadas Anuales de Economía del Banco Central del Uruguay (BCU).
La disertación denominada “Global monetary policy in perspective: new challenges to come” planteó un debate respecto a si los bancos centrales deben confeccionar sus políticas basándose en el impacto que tendrán.
En EEUU hay una discusión sobre cómo impactará la estrategia del Banco Central de ese país en la cotización del dólar y la economía internacional. En este sentido, Eichengreen aseguró que “el ajuste de política de la FED modificará el perfil de la deuda de muchos países”, aunque también “el asunto es cómo afectará la política de los bancos centrales”.
Los argumentos de Eichengreen se basaron en una revisión histórica de la política de la FED entre 1914 y 1934.
En primer lugar, repasó que la recesión de 1919-20, se produjo por el aumento de tasas de interés de la FED preocupada por obligaciones monetarias externas. “No quiero decir que depresión y burbuja de Wall Street sea responsabilidad de la FED, pero sí le echó leña al fuego”, argumentó.
En 1931 el apoyo de los bancos centrales del resto del mundo a la política de la FED fue insuficiente y la crisis alcanzó a EEUU. Sin embargo, un año después, las operaciones de mercado abierto tuvieron efectos positivos, ya que paró la deflación y se enlenteció el crecimiento del desempleo, entre otros.
A juicio de Eichengreen, hubo debilidades en la política del Banco Central estadounidense, que podría haber sido mucho más sabio con respecto a las repercusiones internacionales de su política.
Asimismo, concluyó su perspectiva histórica señalando que la crisis de 1927 enseñó a apuntar hacia un objetivo principal y no hacia dos al mismo tiempo, es decir internos y externos.
El experto de la Universidad de California Berkeley cerró su exposición con algunas conclusiones extraídas de su revisión de las recesiones. En ese sentido, aseguró que la inflación debe ser atacada a través de los canales de expectativas económicas. “No aplicar políticas monetarias agresivas contra la inflación, es no interpretar con claridad la historia de los años 30”, dijo.
El conferencista recomienda a los bancos centrales preocuparse primero por la estabilidad y solidez de su propia economía y en segundo lugar por tener buenas condiciones con el contexto externo.
Tras la conferencia, el presidente del BCU, Mario Bergara, introdujo la ronda de comentarios con algunas consideraciones.Entre ellas, señaló que las crisis demostraron que los países emergentes deben operar con flexibilidad cambiaria, para incorporar de manera gradual los shocks.
“El mejor favor que la FED puede hacerle al mundo es que la economía de EEUU se recupere de forma gradual”, cerró diciendo el presidente del BCU.
Barry Eichengreen es docente en la Universidad de California, Berkeley, pero también ha enseñado en Cambridge y fue asesor del Fondo Monetario Internacional. Es autor del libro "Hall of Mirrors: The Great Depression, the Great Recession, and the Uses - and Misuses- of History", publicado por Oxford University Press.