La inflación como consecuencia de las variaciones en el tipo de cambio afecta la competitividad de las empresas tanto como a los uruguayos en general, recordó hoy el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara, al disertar en el 12° Ciclo de Conferencias: El agro en los tiempos que vienen.
En ese aspecto se enfoca la política económica que presta atención a las prioridades de manera conjunta. “La política económica debe atender estos objetivos, pero con sintonía fina sobre cada uno”, remarcó Bergara.
De esta manera, el presidente del BCU reiteró que estructuralmente debe prestarse atención a la competitividad de las empresas, mantener controlada a la inflación y que las cuentas públicas sean sustentables.
En ese sentido, Bergara recordó que cada objetivo funciona a diferentes velocidades, por lo cual es necesaria cierta “sintonía fina”.
El presidente del BCU contextualizó esta idea con un análisis del entorno económico mundial y regional. Allí explicó cómo afrontar el escenario de creciente volatilidad financiera internacional debido a múltiples factores como la expectativa por la suba de las tasas de interés en Estados Unidos, el crecimiento a tasas menores de China y lo que sucede en las economías de la región.
“La política económica no puede agregar volatilidad, no puede ir detrás de los ruidos porque agregaría más incertidumbre”, subrayó, a la vez que dejó en claro que se debe apuntar a la estabilidad con la gestión adecuada de los riesgos.
“Afortunadamente la suba de las tasas de interés será gradual y eso nos permitirá adecuar las decisiones económicas y financieras”, reparó.
Bergara cerró su presentación ante representantes del sector agropecuario ratificando la idea de que el objetivo es mitigar vulnerabilidades y construir fortalezas.
En ese sentido, la flexibilidad cambiaria es fundamental para la estabilidad, al igual que es necesaria la intervención para evitar ruidos en un contexto internacional de volatilidad, finalizó.